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A veces el rompecabezas es lo que une las piezas de tu vida

Una amante de los rompecabezas de toda la vida se convierte en emprendedora y encuentra la pieza que le faltaba.

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    Kris Hale, clienta de Chase for Business, lleva la última década creando un negocio de rompecabezas exitoso pieza por pieza.

     

    A los 5 años, Kris Hale no tenía a nadie con quien jugar.

    “Soy la pequeña de 7 hermanos. Mi hermana Diane y yo nos llevamos 24 años, y el segundo más pequeño es mi hermano Terrance, que tiene 7 años más que yo”, dice Hale. “No hace falta decir que mis hermanos tenían mejores cosas que hacer que jugar con su hermana pequeña, excepto cuando nos juntábamos para hacer rompecabezas. Recuerdo la primera vez que me dejaron poner la última pieza; todos aplaudieron. ¡Fui una estrella! Todavía me encanta la sensación de poner la última pieza para terminar un rompecabezas”.

    Emoción. Éxito. Orgullo. Incluso ahora, al hablar de los rompecabezas, se le notan esos sentimientos en la cara.

    Sentir pasión por los rompecabezas desde una edad temprana tuvo un impacto profundo que solo comprendería de verdad con el paso del tiempo. Los rompecabezas le dieron satisfacción. Los rompecabezas le dieron a su familia. Y aunque aún no lo sabía, los rompecabezas un día le iban a dar la idea para un negocio.

     

    El efecto eureka

    En 2013, Hale se mudó a Atlanta. Al ser nueva en la ciudad, volvió a armar rompecabezas para pasar el tiempo. Un día fue a Barnes & Noble, y un rompecabezas en particular le picó la curiosidad. Tenía 1.000 piezas que formaban una imagen de las 100 mejores obras literarias, un tema perfecto para esta licenciada en filología inglesa.

    Pero cuando terminó el rompecabezas, todavía le faltaba algo. Aunque el contenido captó su interés, las imágenes dejaron mucho que desear. Quería algo con lo que se pudiera identificar a un nivel más profundo. Algo que quisiera preservar e incluso enmarcar. Quería imágenes que se parecieran a las personas en su vida y reflejaran la cultura a su alrededor.

     

    Cuando el arte imita la vida

    Hale recuerda que durante esa época había estado fascinada por una obra de arte que un amigo, Vincent Ballentine, había preparado para una exposición de arte. Era una imagen de una mujer negra. La cara, los labios, los pendientes… todo resonaba para Hale. Pensó: "Si fuera un rompecabezas, lo haría". En ese momento, todo encajó.

    Con el permiso de Ballentine, trasladó su obra a un puzzle. Con solo ver la obra acabada, supo que era algo especial y que tenía que compartirlo.

     

    Preguntas que vale la pena hacer

    Hale vino de una familia de emprendedores, pero todavía tenía cosas que aprender sobre cómo administrar una compañía. Aunque los rompecabezas empezaron como un pasatiempo, Hale sabía que para convertirlo en un negocio de éxito tendría que convertirse en una experta en la industria. Se propuso realizar estudios de mercado para comprender mejor el mundo de los puzzles y cuál sería su base de clientes.

    Estudió la historia, aprendió sobre las principales compañías de rompecabezas y se comunicó con los fabricantes para preguntar sobre todo lo que conlleva la producción de un puzzle. Hale hizo preguntas sobre cada uno de los detalles: el grosor promedio de las piezas, la calidad de la fotografía, los materiales, el proceso de impresión, la cantidad mínima para un pedido.

    “Les dije que hablaran conmigo como si no supiera nada”, recuerda Hale.

    “Hay algo de alquimia cuando empiezas un negocio. Como emprendedora, tienes que usar todas las cosas que son parte de tu vida, de tu viaje. Tus éxitos. Tus fracasos. Las cosas que has aprendido. Y luego convertirlas en algo positivo que te ayude en tu viaje”.

    Convertir el pasatiempo en un negocio

    En 2016, Hale probó las aguas con la producción de un pequeño lote de puzzles que mostraban imágenes con las que se podía identificar. No tenían por qué ser rostros. A veces eran solo el contenido y el espíritu de la obra. Una vez usó una imagen de un autobús creada por un artista llamado Dante. Él le dijo que siempre había sentido que el autobús escolar era su limusina para salir del vecindario y de las distracciones y llegar a una educación y una vida mejor.

    “Puedo identificarme con eso. Comprendo la sensación de ser una niña en el autobús de camino de la escuela para recibir una educación”, dice Hale.

    Estaba contenta con las imágenes de sus rompecabezas, pero sabía que la calidad podría ser mejor. Aun así, era el primer paso. El siguiente vendría 2 años después, y fue un gran paso.

    En 2018, Hale se convirtió en asistente ejecutiva del Centro Russell de Innovación para Emprendedores (RICE),para propietarios de negocios negros, fundado el año anterior. Eran 54,000 pies cuadrados de espacio que desde entonces han atraído a cientos de emprendedores y socios. Para Hale, fue una fuente de recursos completamente nueva que podía aprovechar. Comenzó a compartir su sueño con otros.

    Uno de los socios se enteró de los rompecabezas de Hale y la animó a enfocarse sobre todo en el crecimiento de su compañía. Ese fin de semana, Hale salió y exhibió todos sus rompecabezas en el centro.

    “Si vas a lanzar un negocio, cuéntaselo a los demás. Diles lo que necesitas. Diles lo que crees que no sabes. Sé vulnerable. Muéstrate receptiva a aprender. Y no dejes de hacer preguntas”.

    Un consejo que nunca olvidará vino de una ex-compañera de trabajo. “Me dijo: Si puedes ir a un trabajo y trabajar de 9 a 5, también puedes trabajar de 5 a 9 para ti misma”, recuerda Hale. “Sus palabras me parecieron lógicas. En el Russell Center yo tenía 2 escritorios. Uno en el que trabajaba durante el día y otro que usaba para mis rompecabezas después del trabajo”.

     

    Impulsada por el miedo

    Con el apoyo de otros, incluyendo Jay Bailey, presidente y director ejecutivo de RICE, Hale encontró el empujón que necesitaba para finalmente dejar su trabajo y dedicarse de pleno a su negocio: Dope Pieces Puzzle Company.

    “Tarde o temprano tienes que creer en ti misma y hacerlo sabiendo que te da miedo”, dice. “Cuando dejé mi trabajo, estaba aterrorizada. No sabía si terminaría viviendo en mi vehículo, pero creía en mi compañía y de verdad quería que funcionara. Así que convertí ese miedo en motivación”.

    Hale atribuye su éxito hoy en parte a su curiosidad infinita, y compartiría lo mismo con cualquier propietario de un negocio nuevo. “Estudia bien la industria y aprende todo lo que puedas”, es su consejo. “Creo que así es como demuestras el mayor respeto a tus clientes. Incluso ahora, me mantengo informada sobre lo que sucede en la industria y doy prioridad a entender el panorama competitivo. Desde los gigantes hasta las marcas recién llegadas, es importante conocer los estándares de la industria y las nuevas tendencias. Nunca hay que dejar de aprender”.

    “Me di cuenta que cuanto más creía en el proceso y más me comprometía con el negocio, más se comprometía el negocio conmigo”.

     

    En pocas palabras

    Chase abrió una sala en el centro de innovación y Hale había creado vínculos con muchos miembros de su equipo de liderazgo. Así que, cuando decidió dar el salto, su contacto de Chase fue la primera persona a la que llamó para pedir consejo sobre cómo ampliar su negocio. La respuesta: “Estamos aquí para ti”.

    “Que un banco global como Chase invierta sus recursos, mediante capital y marketing, en Dope Pieces es algo que me da validez”, dice. “Manda un mensaje muy público de que Chase cree en mi negocio y en la calidad de mis puzzles, y que estamos listos para asociarnos con una compañía Fortune 500. Mi relación con Chase también me ha abierto un mundo de oportunidades a través de su Programa de Empresarios Minoritarios y su participación en la Expo de Mujeres Negras. Y como resultado, mi compañía ha crecido exponencialmente”.

    Chase ayudó a Hale a crear reconocimiento de marca al destacar su negocio y sus rompecabezas en sus ATM. “Tenía familiares y amigos que me llamaban desde todas partes”, dice Hale. “El apoyo ha sido increíble. Y como propietaria de un negocio, quieres trabajar con personas que sientan el mismo entusiasmo por tu negocio que tú”.

    A Hale también le encanta la flexibilidad que le proporciona trabajar con un banco global como Chase. Puede trabajar donde sea y cuando sea y administrar su trabajo a través de las plataformas digitales de Chase. Tiene acceso a la atención al cliente las 24 horas del día, los 7 días de la semana, y sabe que siempre puede acudir a uno de los bancos comunitarios cuando lo necesite.

    “Mis interacciones con Chase en general han sido fenomenales”, dice. Y Hale no es la única. Muchos clientes de Chase for Business descubren que la flexibilidad es una de las cosas que más les gusta de trabajar con Chase.

     

    Volver al punto de partida

    Para Kris Hale, cada puzzle cuenta una historia. Y ahora, después de todos estos años, ha creado unos que cuentan la historia de su vida y reflejan las de otras personas en la comunidad de color y amantes de los rompecabezas.

    “¿Quién habría dicho que lo que más me gustaba de niña se convertiría en mi negocio?”