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A veces solo necesitas una pizca

Cómo un emprendedor siguió su pasión por los alimentos y el diseño para crear una industria completamente nueva.

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    Galletas de mantequilla con forma de mono colgando de un pasamanos. Postres pequeños colgados de sombrillas gigantes. Panecillos de brócoli al vapor que circulan sobre una estructura de madera de 24 pies. Huéspedes que bailan el limbo debajo de panes planos suspendidos.

    Los que tienen la fortuna de ser invitados a un evento atendido por una de las empresas de catering más provocativas de hoy tienen que pellizcarse para darse cuenta que no están soñando. Y eso es exactamente lo que Bob Spiegel esperaba cuando lanzó Pinch Food Design en 2011.

     

    Y así comenzó. De nuevo.

    Pinch no fue el primer intento empresarial de Spiegel. Después de aprender el arte del catering clásico como ayudante de chef en la ciudad de New York y perfeccionar sus habilidades culinarias en cocinas de todo el mundo, abrió su propia compañía de catering en 1989.

     

    Inspirado en el movimiento europeo de diseño de alimentos que estaba llegando a los restaurantes de EE. UU., Spiegel tenía una visión para llevar esta fusión de alimentos y diseño al mundo del catering, algo que nunca se había hecho antes. Pero no fue tan fácil cambiar de dirección con su negocio actual, una marca que llevaba 20 años moldeando. Así que se basó en una cosa que siempre había ayudado a impulsar su éxito: su voluntad de asumir un riesgo.

    "Nunca tuve miedo de cometer errores o probar algo nuevo", dice Spiegel. "Como emprendedor, tienes que experimentar y te tiene que gustar hacerlo, porque cualquier cosa es posible si la haces con pasión y haces ajustes a medida que avanzas".

    Cerró una puerta y abrió otra, literal y metafóricamente. Y Pinch Food Design se lanzó con una visión clara de colaboración entre los alimentos y el diseño.

     

    Un diseñador de muebles entra a una cocina...

    La valentía de Spiegel fue útil mientras él y su equipo aprendían a navegar por un territorio inexplorado. "Cuando hay dos chefs que colaboran juntos, siempre sabemos cómo mejorar un plato. Hay trucos que se han establecido. Podrías agregar algo crujiente o un poco de acidez", dice Spiegel. "Cuando los alimentos y el diseño trabajan juntos, no hay recetas. No hay un estándar. Somos los que vamos más allá y realmente no sabemos hasta dónde podríamos llegar".

     

    El equipo de Pinch ha pasado mucho tiempo descubriendo cómo los alimentos y el diseño trabajan juntos, creando piezas únicas de "muebles de comida" para albergar sus obras maestras culinarias. Imagina pequeños trozos de comida que se acomodan en pequeños rincones hechos a su medida. Si el alimento tiene un base redonda, el recipiente también, lo que le permite estar cómodo en su propio mueble. Para Spiegel, encontrar maneras de unir los alimentos y el diseño es solo el primer paso. Luego empieza el espectáculo.

     

    Una ronda de aplausos, por favor

    Los camareros representan el espíritu de Pinch y juegan un papel central en cómo se sirve y se vive esta experiencia de diseño y alimentos. Cada interacción es coreografiada y ensayada como si fuera un espectáculo de Broadway. Como la compañía está ubicada a solo unas cuadras del distrito de los teatros de New York, no hay escasez de talento para aprovechar.

    "Hay tantos actores, modelos, bailarines y cantantes que buscan trabajo a tiempo completo o parcial y posiblemente renuncian a sus sueños y se convierten en proveedores de catering, y afortunadamente muchos de ellos trabajan en Pinch", dice Spiegel. "A ellos les encanta la reacción de los invitados en nuestros eventos. Están orgullosos de lo que están sirviendo. Están orgullosos de cómo lo están sirviendo. Reciben una reacción muy positiva y simplemente hacen lo que saben hacer tan bien".

     

    Mantener a los amigos cerca y a los proveedores aún más cerca

    El personal talentoso no es lo único procedente del área. Pinch trabaja con negocios locales para todo, desde la obtención de materiales de diseño hasta el cultivo de ingredientes.

    "Tenemos a una persona local que cose las cubiertas individuales y las almohadillas para nuestros aproximadamente 250 muebles de alimentos. Otro proveedor local fabrica estos uniformes para nuestros meseros que parecen monos negros que llevarían puestos los trabajadores de una aerolínea. Compramos nuestro queso en una granja que solo hace 4 ruedas de queso al mes", dice Spiegel. "Es una comunidad local agradable. Saben cómo opera New York y entienden la necesidad de calidad y tiempos de respuesta rápidos".

    Es importante que Spiegel y su equipo se asocien con otros que compartan sus valores fundamentales: la integridad y la sostenibilidad son dos de los principales.

     

    Impresionar sin dejar una huella

    Piezas de 6 pies diseñadas a partir de botellas de plástico recicladas recuperadas del océano. Subproductos de la cáscara de maíz convertidos en material para exhibiciones. Spiegel inventa nuevas formas de servir con la directora creativa y diseñadora Marjorie Artieres. Con cada decisión, el equipo de Pinch se compromete a garantizar que ningún huésped se quede con hambre ni se llenen los vertederos.

    "Se siente muy bien ser responsable y hacer que todos entiendan la misión. Y creo que inspira a las personas", dice Spiegel. "Después de la pandemia, parece haber más conexión con el planeta y lo que tenemos que hacer para tratarlo mejor. Y lo hemos estado haciendo por un tiempo. Es difícil, pero vale la pena".

    Cualquier alimento que sobre del evento se empaca y se lleva a diferentes bancos de comida y misiones. A medida que los alimentos regresan de cada interacción, los miembros del personal los empacan y preparan comidas hermosas para quiene sufren inseguridad alimentaria. Spiegel dice que realmente es un esfuerzo en grupo y algo que está arraigado en la cultura de retribuir.

     

    Todo se trata de la experiencia

    Para Spiegel, proporcionar una experiencia excepcional lo es todo. Y recibir una de los negocios con los que trata es igual de importante. Cuando cambió su cuenta de banca para negocios a Chase for Business, no solo eran las cosas grandes las que importaban. Para él, las pequeñas eran igual de importantes.

    Cosas como obtener respuestas rápidas a preguntas, que su representante bancario pase por aquí a preguntarle cómo le va, tareas menores que se manejan sin hacer malabares.

    "Me hicieron sentir como una celebridad cuando entré por la puerta", dice Spiegel. "Hay una honestidad que siento al trabajar con Chase y que nunca pensé que obtendría de una compañía tan grande. Cuando pido algo, no me envían a un sitio web para averiguarlo. Lo hacen por mí. Así que ni siquiera tengo que pensarlo".

     

    Y para su próximo acto...

    Entonces, ¿qué sigue? Spiegel admite que el crecimiento es importante. Pero no se trata tanto de crecer en tamaño o volumen como de desarrollar nuevas ideas o encontrar la próxima gran creación que emocione al equipo. A veces, solo una pizca puede cambiar todo.