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Cómo difiere el capital de trabajo del flujo de efectivo

Capital de trabajo versus flujo de efectivo: Aprende cómo difieren y cómo cada uno beneficia a tu negocio. Presentado por Chase for Business.

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    Como propietario de un pequeño negocio, probablemente ya estés midiendo la salud financiera general de tu negocio. Supervisar el inventario, contar la caja de efectivo y mantener registros diarios de las ventas son una buena manera de medir la rentabilidad y descubrir nuevas oportunidades de crecimiento. Pero incluso cuando cuentas con ventas rápidas, líneas de productos agotados o montones de contratos firmados con clientes no siempre significa que tengas una estabilidad financiera.

    Para medir realmente la salud de tu compañía, es mejor considerar dos aspectos de las finanzas: flujo de efectivo y capital de trabajo. Probablemente sepas lo importante que es el flujo de efectivo porque ves esos números en los balances generales al final de cada jornada. Pero comprender y medir el capital de trabajo también es importante. En combinación, el flujo de efectivo y el capital de trabajo proporcionan un panorama excelente de la salud de tu compañía: sus necesidades actuales, potencial de crecimiento y sostenibilidad. Sin embargo, dado que el capital de trabajo y el flujo de efectivo parecen medir e indicar cosas similares, algunos emprendedores asumen erróneamente que son intercambiables. No lo son.

     

    ¿Qué es el flujo de efectivo?

    En pocas palabras, el flujo de efectivo se refiere a la cantidad de efectivo que entra y sale de tu compañía durante un período de tiempo específico: cuánto está acumulando tu negocio en comparación con cuánto estás pagando para seguir operando (con gastos generales, proveedores, etc.). Lo ideal es que tu flujo de efectivo sea positivo, lo que significa que estás ganando más dinero del que estás pagando durante un período especificado. Naturalmente, el flujo de efectivo negativo significa que tu negocio está gastando más dinero del que está ingresando. Algunos meses de flujo de efectivo negativo no necesariamente arruinarán tu negocio, pero sería conveniente saber si esa es tu situación y tener una estrategia para mover el flujo de efectivo de vuelta a la columna positiva.

    Hay varias maneras de medir el flujo de efectivo, ya sea que quieras un resumen simple o un panorama amplio de tu situación financiera. Muchos negocios usan herramientas por Internet para medirlo.

    Algunas de las cosas que puedes hacer para tratar de aumentar el flujo de efectivo incluyen reducir los costos operativos, vender un activo o cobrar cuentas por pagar más rápidamente. Algunos negocios usan una combinación de estos y otros métodos. ¿Necesitas ideas de cómo crear un flujo de efectivo positivo? Consulta este artículo.

     

    ¿Qué es el capital de trabajo?

    El capital de trabajo de tu compañía es la diferencia entre sus activos actuales y sus pasivos o deudas. Los activos son efectivo en mano o instrumentos financieros, incluyendo inversiones y bonos, así como cualquier cosa que pueda liquidarse por efectivo, como equipos de oficina o del negocio, o inventario. Los pasivos o deudas incluyen préstamos, cuentas por pagar pendientes y gastos acumulados.

    Por lo general, el capital de trabajo es un pronóstico medible a corto plazo, en la mayoría de los casos, los 12 meses siguientes. Básicamente, mide cuán fácilmente tu negocio podría resistir una caída imprevista en las ventas o una interrupción imprevista en tu mercado. Los eventos meteorológicos recientes y los problemas de la cadena de suministro, por ejemplo, han demostrado cuán volátil puede ser el mercado actual para negocios de todos los tamaños en casi todos los sectores.

    Los negocios con un índice de capital de trabajo entre activos y pasivos en buen estado tienen más probabilidades de resistir estas interrupciones para mantenerse a flote. Siempre que sea posible, es mejor mantener esa proporción de capital de trabajo por encima de 1 a 1. Otro motivo para tener esto en cuenta es que los prestamistas examinarán detenidamente tu capital de trabajo, y esa cantidad podría influir en cómo ven la salud financiera de tu compañía. ¿Necesitas estrategias para aumentar tu capital de trabajo positivo? Este artículo puede ayudar.

     

    Cómo difieren el capital de trabajo y el flujo de efectivo

    ¿La diferencia principal? Como habrás visto, el capital de trabajo te da un panorama de la salud financiera actual de tu compañía: perspectiva sobre cuán rápido tu compañía puede resistir las interrupciones imprevistas del mercado. El flujo de efectivo es más a futuro, muestra cuánto efectivo genera tu negocio durante un período específico. Tu capital de trabajo puede fluctuar (y generalmente lo hará), pero no es una medición que usarías para hacer proyecciones sobre la solvencia futura de tu compañía. Piensa en ello como distintas maneras de proyectar cómo va tu negocio: El flujo de efectivo te da una visión general del efectivo que ingresas y que gastas, mientras que el capital de trabajo se enfoca en la capacidad de tu compañía de resistir los cambios imprevisibles pero constantes en el mercado.

    Naturalmente, hay excepciones. Por ejemplo, una compañía que ha generado ingresos altos mientras que también tiene altos niveles de deuda puede tener un flujo de efectivo positivo, pero muy poco capital de trabajo. Por el contrario, un nuevo negocio puede tener una gran cantidad de capital de trabajo (a través de una inversión o financiación inicial, por ejemplo), pero es tan nuevo que todavía no ha generado un flujo de efectivo positivo o negativo.

    Es igual de importante conocer el capital de trabajo de tu compañía que mantenerte al tanto de tu flujo de efectivo. Cada uno afecta potencialmente al otro, lo que afecta la sostenibilidad y el éxito de tu compañía. ¿Necesitas más información? Chase puede mostrarte cómo tomar medidas para preparar tu negocio para el futuro. O habla con un representante bancario para negocios para averiguar cómo puedes mantener tu negocio en marcha y financieramente estable.

     

    Solo con fines informativos/educativos: las opiniones expresadas en este artículo pueden diferir de las de otros empleados y departamentos de JPMorgan Chase & Co. Las perspectivas y estrategias descritas pueden no ser apropiadas para todos y no pretenden ser consejos o recomendaciones específicas para ninguna persona. La información se ha obtenido de fuentes que se consideran confiables, pero JPMorgan Chase & Co. o sus afiliados y/o subsidiarias no garantizan su integridad o exactitud. Debes considerar cuidadosamente tus necesidades y objetivos antes de tomar cualquier decisión y consultar con los profesionales correspondientes. Las perspectivas y el rendimiento pasado no son garantías de resultados futuros.

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