Ve al contenido principal

¿Qué es el EBITDA y por qué es importante?

¿Quieres medir tu rentabilidad, buscar financiación o asegurar una adquisición? El EBITDA te puede ayudar. Presentado por Chase for Business.

minutos de lectura

     

    Si el mundo de los negocios es algo nuevo para ti, y aunque no lo sea, el EBITDA puede parecer difícil de leer, pero no tiene por qué ser difícil de entender. En cuanto te familiarices con su significado, variables y fórmulas, estarás hablando del EBITDA en un santiamén. ¡Vamos a ello!

     

    ¿Qué significa EBITDA?

    EBITDA significa ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización, por sus siglas en inglés. Es una métrica usada para entender el rendimiento financiero y la rentabilidad de una compañía. Eliminar de las ganancias totales otros factores externos como los intereses, los impuestos, la depreciación y la amortización (las últimas 4 letras del acrónimo) proporciona una medición más clara y precisa del flujo de efectivo de una compañía, sobre todo a la hora de compararlo con el de la competencia.

    El primer paso para comprender el EBITDA es desglosar el acrónimo en sus distintas partes:

    Ganancias: Es el dinero que genera tu negocio durante un período determinado, y generalmente se mide por mes o por trimestre.

    Interés: Es el dinero adicional que pagas a los prestamistas, además del capital que tomaras prestado.

    Impuestos: Es lo que pagas a las autoridades locales, estatales o federales como parte de la actividad de tu negocio.

    Depreciación: Es la reducción gradual del valor de los activos tangibles existentes en tu negocio, como computadoras, sistemas de punto de venta (POS), suministros de oficina, inventario u otros gastos de capital.

    Amortización: Es similar a la depreciación, pero para objetos intangibles (piensa en la reducción de los pagos de un préstamo a lo largo del tiempo, o del valor de un software de propiedad exclusiva).

     

    ¿Por qué es importante el EBITDA?

    EBITDA puede ser útil de muchas maneras, ya que ofrece distintos beneficios a las distintas partes interesadas de un negocio.

     

    Ayuda a medir el éxito del negocio

    Muchos gastos no operativos, como el pago de impuestos e intereses y la depreciación de activos tangibles e intangibles, pueden variar mucho de un año a otro, o entre diferentes negocios, industrias y jurisdicciones fiscales. Esto puede dificultar que te puedas hacer una idea clara de tu éxito. El EBITDA simplifica este proceso, al permitirte comparar las ganancias brutas de tu propio negocio a lo largo del tiempo, y evaluar su situación respecto a otras compañías similares en la industria.

     

    Ayuda a los prestamistas a evaluar riesgos

    Si tienes la intención de comprar nuevos equipos, expandir tu negocio o hacer cualquier otra inversión de capital, es posible que necesites un préstamo o línea de crédito para negocios. Los bancos y otros prestamistas suelen tomar en consideración el EBITDA de tu compañía a la hora de decidir si tu negocio implica un riesgo que estarían dispuestos a asumir. El EBITDA se usa para determinar el índice de cobertura del servicio de la deuda de una compañía, el cual muestra a posibles prestamistas qué tan bien podrás pagar el préstamo y cumplir con otras obligaciones a corto plazo.

     

    Ofrece una valoración para posibles inversores

    Uno de los principales usos del EBITDA es la valoración de un negocio. Muchos inversores potenciales utilizan una variación de EBITDA, conocida como múltiplo del EBITDA, para comparar negocios similares en tamaño y actividad dentro de un mismo sector. Comparar el valor de un negocio con sus ganancias brutas puede ayudar a los inversores a la hora de tomar decisiones de adquisición.

     

    ¿Cómo se calcula el EBITDA?

    Una vez que conozcas la fórmula, calcular el EBITDA de tu negocio es un proceso bastante simple. Antes de empezar, querrás tener a mano los actuales estados financieros de tu negocio, en concreto el estado de resultados y el balance general.

    Hay dos fórmulas comunes para calcular el EBITDA. Sea cual sea la que escojas, asegúrate de usar siempre la misma fórmula cuando calcules el EBITDA de tu negocio a lo largo del tiempo, para así mantener la coherencia.

    Fórmula 1 del EBITDA: Empieza con tus ingresos netos

     

    EBITDA = (Ingresos netos) + Intereses + Impuestos + Depreciación + Amortización

     

    (Ingresos netos = Ingresos – Costo del producto vendido – Gastos operativos – Depreciación – Amortización – Impuestos – Intereses)

     

    Fórmula 2 del EBITDA: Empieza con tus ganancias operativas

     

    EBIDTA = Ganancias operativas + Depreciación + Amortización

     

    (Ganancia operativas = Ingresos – Costo del producto vendido – Gastos operativos – Depreciación – Amortización)

     

    ¿Cuál es un buen EBITDA?

    No hay un único número para expresar el EBITDA ideal. Un EBITDA "bueno" depende de varios factores, incluyendo los índices de referencia del sector y los propios gastos y flujo de efectivo de tu negocio, pero también pueden intervenir factores adicionales.

    En general, es difícil cuantificar qué es lo que cuenta como un EBITDA bueno, a menos que conozcas el EBITDA de tus competidores además del tuyo.

    Sin embargo, puedes evaluar tu propio EBITDA a través de lo que se conoce como margen del EBITDA y, como quizás hayas adivinado, para eso hay una fórmula.

    Fórmula del margen del EBITDA

     

    Margen del EBITDA = EBITDA ÷ Ingresos totales

     

    Por ejemplo, si tu EBITDA es de $400,000 y tus ingresos totales son de $4,000,000, tu margen de EBITDA es del 10%.

     

    En promedio, las compañías que cotizan en bolsa tienen márgenes de EBITDA de algo más del 10%, aunque varían mucho según la industria. Por supuesto, también puedes revisar los datos o márgenes del EBITDA de tus competidores, en caso de estar disponibles.

     

    ¿Cuáles son otras variaciones del EBITDA?

    Las variaciones del EBITDA pueden ser útiles dependiendo de qué aspecto de tus finanzas estés tratando de analizar. Te interesará saber identificar el indicador de rendimiento que mejor se ajuste a la situación financiera de tu negocio en ese momento.

    Algunas variaciones comunes incluyen:

    • Múltiplo del EBITDA: Para comparar distintos negocios en un proceso de valoración, los inversores recurren a esta métrica que mide el retorno de la inversión de una compañía calculando la proporción entre su valor de empresa y su EBITDA anual.

    • EBITDA ajustado: Para tener en cuenta los gastos únicos o extraordinarios al valorar un negocio, se suele ajustar el EBITDA típico para incluir elementos tales como ingresos no operativos, gastos no en efectivo o cualquier costo de litigación.

    • EBT: Las ganancias antes de impuestos miden el rendimiento operativo de una compañía antes de deducir el gasto en impuestos, pero después de los demás gastos que el EBITDA ignora.

    • EBIT: Las ganancias antes de intereses e impuestos pueden servir para tener en cuenta las diferentes tasas de interés que los negocios pueden pagar en función su ubicación y de otros factores. A diferencia del EBITDA, aquí no se incluyen los costos de depreciación y amortización en el cálculo del beneficio neto de un negocio. Esta métrica puede ayudar a tomar en consideración las tasas de interés que pueden pagar las distintas compañías dependiendo de dónde estén situadas, entre otras cosas.

    • EBIAT: Ganancias antes de intereses y después de impuestos. Este cálculo proporciona una visión más sencilla de las ganancias después de impuestos de un negocio pero antes de incluir el pago de los intereses.

    • EBITDAR: Ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación, amortización y reestructuración o alquiler. Es una versión más elaborada del cálculo del EBITDA clásico al incluir cualquier gasto asociado con pagos de alquiler o la reorganización del negocio.

     

    En conclusión

    Aunque el EBITDA es una métrica valiosa, muchos inversores se resisten a usarlo como el único indicador del rendimiento financiero de una compañía, al no tomar en cuenta una serie de gastos clave y otros factores importantes, entre otros, derechos de autor, otros tipos de propiedad intelectual o cambios en el capital de trabajo. Es importante tener en cuenta que el EBITDA no cumple con los principios contables generalmente aceptados.

    Una forma de enfocarlo es usar el EBITDA como parte de una combinación de diferentes métricas, además del flujo de efectivo y los márgenes operativos, para comprender mejor la salud financiera de tu compañía.

    Para obtener más información sobre cómo evaluar el rendimiento de tu negocio y optimizar tu capital operativo, habla con un representante bancario para negocios de Chase.