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La fuerza y el potencial del crédito empresarial

Entender cómo establecer crédito y usarlo es esencial para el éxito de tu empresa.

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    Has invertido mucho en tu empresa; no solo dinero, sino trabajo, inspiración, intención y tiempo. No hay nada más gratificante que plantar una semilla y verla germinar. Para prosperar, tu negocio necesita oportunidades y acceso a recursos que lo ayuden a alcanzar su máximo potencial, y una de las claves es el crédito.

    Cuando tiene acceso al crédito, tu negocio consigue el poder financiero para llevar a cabo sus operaciones diarias y desencadenar oportunidades de crecimiento.

     

    ¿Qué es el crédito?

    Por lo general, el crédito es un contrato con un prestamista o con otro tipo de acreedor que te permite acceder a bienes o servicios con la promesa de pagarlo más tarde, generalmente con intereses.

    El crédito también es tu reputación como prestatario. Si pagas tu deuda según lo que defina tu contrato, se considerará que tu calidad crediticia es buena. Si no cumples con los pagos de tu deuda, los prestamistas pueden considerarte como un riesgo, lo que afectará la cantidad de dinero que quieran prestarte los acreedores y los intereses que tengas que pagar.

     

    Tipos de crédito y cuándo usarlos

    Hay 3 tipos principales de crédito empresarial disponibles: tarjetas de crédito, líneas de crédito empresariales y préstamos a plazos. Cada tipo cubre distintas necesidades y ofrece diferentes oportunidades.

    • Tarjetas de crédito
      Cuando piensas en el crédito, las tarjetas de crédito probablemente sea lo primero que se te viene a la mente. Son fáciles de solicitar y relativamente fáciles de entender, por lo que una tarjeta de crédito es una buena forma de empezar a establecer tu reputación como prestatario.

      Las tarjetas de crédito te permiten comprar con crédito hasta un límite específico y luego pagar la deuda en cuotas mensuales. Este enfoque flexible y dinámico del crédito se conoce como crédito renovable. Las tarjetas de crédito aplican cargos financieros y cargos por intereses, que puedes evitar si pagas la totalidad del saldo cada mes.

      Además de aumentar tu poder adquisitivo y la conveniencia para pagar las compras con una tarjeta, muchas tarjetas de crédito también ofrecen recompensas como reembolsos de dinero o millas aéreas.

    • Líneas de crédito para negocios
      Una línea de crédito para negocios es otro tipo de crédito renovable que te permite tomar dinero prestado hasta un límite determinado y pagar intereses solo en la cantidad que retiras. Haces los pagos que correspondan a los fondos y luego continúas usando la línea de crédito según lo necesites.

      Las líneas de crédito tienden a tener límites de crédito más altos que las tarjetas de crédito, pero también tasas de interés más altas. Es posible que tengas que asegurarlas con una garantía, como un bien inmueble o alguno de tus activos comerciales, que el banco pueda recuperar si no cumples con los pagos que te corresponden.

      La gran ventaja de una línea de crédito comparado con una tarjeta de crédito es que te da acceso a efectivo. Es efectivo que puede ser esencial mientras consigues esa gran oportunidad, ya sea comprar inventario con un gran descuento, cubrir los costos de tu nómina mientras vas detrás de un nuevo cliente o aprovechar cualquier otra oportunidad estratégica que imagines.

    • Préstamos a plazos
      A diferencia del crédito renovable, los préstamos a plazos conllevan tomar prestado una suma global y luego pagar el capital con el paso del tiempo, generalmente con intereses.

      Muchos préstamos a plazos cobran una tasa de interés fija, y los pagos se programan durante el plazo del préstamo (esto se llama un programa de amortización). A diferencia de una línea de crédito, que puede usarse múltiples veces a lo largo de un año, los fondos de un préstamo a plazos se proporcionan todos a la vez. La tasa de interés suele ser más baja que en una línea de crédito, pero se aplica a la cantidad total.

      Los préstamos a plazos pueden ser clave para hacer las compras grandes que necesitas. Por ejemplo, puedes tomar un préstamo a plazos para comprar un nuevo equipo que podría impulsar el progreso de tu empresa, renovar un espacio para mejorar la experiencia del cliente o financiar la expansión de tu negocio.

     

    Crédito y puntajes de crédito

    Los prestamistas conceden crédito basado en el grado de confianza que tengan en que vas a devolver lo que pidas prestado. Recuerda, tu puntaje de crédito es parte de la reputación crediticia que estás estableciendo.

    Una manera importante en que los prestamistas determinan la calidad crediticia de tu negocio es que revisan el puntaje de crédito empresarial proporcionado por una de las 3 agencias de informes de crédito principales: Dun & Bradstreet, Experian y Equifax. Tu puntaje de crédito empresarial es diferente a tu puntaje de crédito personal. Si tu empresa es muy pequeña o no ha establecido un historial de crédito significativo, puede que los prestamistas también consideren tu puntaje de crédito personal.

    Las agencias de informes consideran varios factores al calcular tu puntaje de crédito empresarial, que puede ir de 0 a 100.

    • Historial de pagos: ¿Has hecho pagos a tiempo y de forma consistente?
    • Deuda y uso de deuda: ¿Cuánto debes en este momento? ¿Estás usando el crédito de forma insostenible?
    • Antigüedad del historial: ¿Cuánto hace que estableciste el crédito?
    • Riesgo de la industria: ¿Estás operando en una industria nueva o volátil?
    • Tamaño de la compañía: ¿Tu negocio es lo suficientemente grande como para salir adelante en condiciones adversas?

    Un buen informe y puntaje de crédito es vital para obtener el capital que necesitas para administrar y hacer crecer tu negocio. Con un mejor puntaje, tendrás acceso a más prestamistas, a una tasa de interés más favorable y a más oportunidades.

     

    Darle una ventaja a tu negocio

    Casi el 75% de los fondos para pequeñas empresas provienen de préstamos bancarios y créditos empresariales. Estos fondos cruciales hacen que sea posible evitar obstáculos y hacer crecer tu empresa con capital que esté en línea con tus necesidades. Sin ellos, te limitas a administrar tu negocio con lo que tienes en tu bolsillo.

    El crédito puede usarse para cubrir los gastos diarios, como comprar inventario, contratar personal adicional y pagar a proveedores, mientras que conservas el efectivo disponible.

    Lo que distingue a unos negocios de otros es que algunos pueden crecer y otros están limitados. Poder acceder al crédito cuando lo necesitas puede ser un salvavidas para tu negocio y una herramienta vital cuando llegue el momento de crecer.

    Para aprender más sobre cómo el crédito puede marcar un antes y un después para tu empresa, habla con un representante bancario de Chase en tu área.