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Crear comunidades, un dónut a la vez

Descubre cómo este restaurante con sede en Miami está creando más que dónuts: está creando comunidades

minutos de lectura

    Rentabilidad del impacto

    ¿Qué papel juegan los valores personales en los negocios? Hemos descubierto que, para muchos propietarios, sus valores son fundamentales. Cada historia de esta serie explora las tensiones y triunfos de los emprendedores que lideran con sus valores. Queremos ver adónde los lleva ese viaje y qué significa para nuestra economía y comunidades.

    Después de una serie de eventos que los llevó a cuestionar sus próximos movimientos profesionales, Andy Rodriguez y Amanda Pizarro-Rodriguez viajaron por el país, comieron dónuts, bebieron café e intentaron resolver sus cosas, y de repente lo entendieron. En algún lugar entre su primer dónut glaseado y el día 20 de su viaje, Rodriguez se dio cuenta: “Estas tiendas de dónuts están llenas, son geniales y a la gente realmente le encanta esto. No hay nada como esto en el sur de Florida. Deberíamos dedicarnos a ello como negocio”. Así que, llena de azúcar e ideas, la pareja regresó a Miami para empezar su próximo capítulo.

    En su búsqueda por crear un nuevo negocio, Rodriguez y Pizarro-Rodriguez crearon una nueva categoría: una experiencia de comidas y bebidas de primer nivel que, simplemente, tiene que incluir dónuts y café.

    Desde esos humildes comienzos, el negocio ahora es considerado como una de las mejores tiendas de dónuts del país por muchas de las publicaciones y organizaciones más reconocidas. Y gracias al increíble apoyo de los empleados y las comunidades, así como al respaldo de Tim Hardaway Jr., jugador de la NBA, aficionado a los dónuts, ahora hay 5 ubicaciones, con 2 más que se abrirán pronto y más en camino.

     

    Sin olvidar detalle alguno

    La pareja pasó casi un año entero refinando el concepto, las recetas, el proceso, la marca y, lo más importante, su misión y valores. Todo se centró en proporcionar siempre la mejor experiencia para sus empleados, sus clientes y su comunidad, sin excepción.

    “Cuando alguien gasta el dinero que tanto le costó ganar para lo que sea, debería estar recibiendo una experiencia de primer nivel siempre”, dice Rodriguez. “Y así, para nosotros, esa obsesión constante con la calidad y el impulso para un nivel de ejecución increíblemente alto es algo que tenemos muy asimilado. Es lo que nos levanta cada mañana”.

    Después de demoras en la construcción de su tienda física, Rodriguez y Pizarro-Rodriguez abrieron The Salty Donut en 2015 dentro de una caravana antigua, y fue un éxito instantáneo.

     

    Parte de algo más grande

    La comunidad estuvo allí para los emprendedores desde el primer día y han regresado el gesto desde entonces.

    Gran parte de lo que hacen está arraigado en devolver a la comunidad, ya sea a través de la difusión, la recaudación de fondos, las donaciones directas o la concientización sobre causas y programas que son importantes para los residentes. “La manera en que la vemos, la comunidad nos apoya al venir a nuestra tienda. Esto nos permite crear empleos y dar a nuestros empleados el dinero que necesitan para gastar en la comunidad. Todo es mucho como un círculo de 360 grados, como un ecosistema. No podemos simplemente aceptar y no dar. Es realmente una parte fundamental de nuestros valores”, dice Rodriguez.

    Danny Pizarro, director de marketing de The Salty Donut, agrega: “Incluso con todos los premios y reconocimientos que hemos tenido a lo largo de los años, lo que más me enorgullece hasta la fecha ha sido cómo apoyamos a nuestras comunidades durante la pandemia. Cuando comenzó, creamos un programa de donación de dónuts que igualaba cada donación de los miembros de nuestra comunidad y entregaba dónuts a los trabajadores de atención médica en primera línea que incluía mensajes inspiradores de esos miembros de la comunidad. Esa fue una experiencia que nosotros y ellos nunca olvidaremos. La misión de nuestra marca es conectar a las personas y crear un sentido de comunidad a través de una experiencia honesta que ayuda a todos a sentirse bien. Esa es nuestra motivación para el día a día”.

     

    No son solo los ingredientes, es la química

    Tener a las personas adecuadas es importante para todos los negocios, especialmente en la industria hotelera. “Desde hacer los productos hasta servirlos, todo se hace a mano”, dice Rodriguez. “No hay robots aquí. Así que nuestra gente es el ingrediente clave”.

    Muchos propietarios de negocios buscan contratar personas con personalidades y orígenes similares. Rodriguez y Pizarro-Rodriguez adoptan un enfoque diferente, aceptando que la diversidad es una de las cosas más importantes que puedes tener en un negocio. “Si intentas crear una organización donde todos sean iguales, nunca funcionará”, dice Rodriguez. “Son esas diferencias las que hacen que las personas y el negocio prosperen. Así que intentamos reunir grupos que tengan diferentes sets de destrezas, diferentes mentalidades”.

    La pareja pasa mucho tiempo y energía esforzándose por encontrar la combinación idónea de personas. Y luego hacen todo lo posible por mantenerlos. Parte de este compromiso incluye una inversión reciente en todo lo relacionado con los beneficios de los empleados, incluyendo el aumento de salarios, la creación de programas de bonificación e incentivos, la mejora de los beneficios médicos y la reconsideración de las políticas de tiempo libre pagado para incluir a los empleados por hora y a los asalariados.

    “Para nosotros, no vimos otra opción. Queremos retener el talento. Queremos promover desde dentro. Queremos mantener la integridad de nuestros valores, nuestros productos y nuestra marca a medida que nos expandimos. Hacer todas estas cosas nos ayuda a encaminar a nuestros empleados y a nuestro negocio para el éxito”, dice Rodriguez. “Es increíble que podamos pasar de una compañía pequeña a una que pueda ofrecer todo esto a su gente. Es realmente emocionante y gratificante”.

     

    Lo mejor de ambos mundos

    Encontrar a las personas adecuadas va más allá de los empleados. Para Rodriguez y Pizarro-Rodriguez, tener la misma química con su socio bancario es igualmente importante.

    “Como propietarios de un pequeño negocio, estamos haciendo muchas cosas en un momento dado, así que poder obtener respuestas rápidas y abordar las cosas rápidamente es clave”, dice Rodriguez. “Con Chase for Business, puedo comunicarme con mi gerente de relaciones, Luis, o gerente de sucursal, Mario, en cualquier momento, y ellos se encargan de lo que necesitemos rápidamente. No hay un sinfín de trámites para realizar. Combinar eso con el poder y los recursos de un banco tan grande es bastante excepcional. Puedo contar con que habrá una sucursal dondequiera que esté”.

     

    Hacer más que dónuts

    The Salty Donut satisface una necesidad que va más allá de solo un antojo azucarado para sus propietarios, empleados y clientes. “Tenemos un lugar donde las personas crean recuerdos reales. Nos sentimos realmente privilegiados de permitir que las personas salgan, pasen un buen momento, sonrían y coman algo que las haga felices. En realidad, no hay demasiados negocios en el mundo donde puedas hacerlo”, dice Rodriguez.

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